• Acerca de mí
  • Bienestar
    • Amor propio
  • Estilo de vida
    • Belleza
    • Dónde comemos
  • Viajes
    • Costa Rica
    • El Mundo
  • Chicas inspiradoras
  • Facebook
  • Instagram
  • Pinterest

Dancing With Myself

Encontrando la motivación para hacer ejercicio

junio 1, 2017 Amor propio, Bienestar

¿Qué es lo primero que les pasa por la cabeza cuando les suena la alarma y tienen que levantarse para hacer ejercicio?

A mí muchas veces me pasaban las frases «qué pereza», «no quiero», «qué sueño», «mejor voy mañana», «no puedo».

Muchas veces apagaba la alarma, me volvía a dormir, y cuando me despertaba llegaba el desfile en mi cabeza de todo lo que había hecho mal.

«Por eso estoy gorda», «ya lo arruiné esta semana», «de por sí jamás me voy a ver como quiero».

Y a la mañana siguiente la misma alarma, la misma pereza y el mismo desfile de palabras hiriéntes para mí misma. Nunca tenía suficiente motivación para «Just Do It», como dice Nike. Siempre me faltaban ganas y me sobraban excusas.

Luego me refugiaba en un montón de creencias limitantes como «yo no soy buena haciendo ejercicio», «yo corro 2 metros y me ahogo», » ir al gimnasio es súper feo, todo encerrado», «si voy al gimnasio me voy a sentir ridícula porque no voy saber qué estoy haciendo», «la gente a la que le gusta hacer ejercicio nació así».

¿Leyeron alguna de las frases que ustedes mismas se dicen?

Pues bueno, es que todas las creencias limitantes crean un escudo contra el cambio. Son como una piedra que decidimos ponernos encima para no movernos.

Yo creé con ellas un cuadrado y decidí meterme adentro, y desde ahí, admirar a las personas que sí tenían la motivación, la capacidad y las ganas para levantarse y hacer ejercicio.

Y creo que le pasa a muchas chicas, indepedientemente de sus metas de fitness.

Yo antes pensaba que la gente solamente hacía ejercicio para perder peso. No me imaginaba la gran gama de razones y gustos que motivan a las otras personas, pero ahora lo veo súper diferente.

He aprendido a admirar a las personas que se enamoran del ejercicio porque las carga de energía, fuerza, risas, salud y satisfacción. Para muchos el hecho de que el cuerpo cambie en el proceso es solamente un efecto secundario positivo.

He aprendido a darme cuenta que realmente todo es una cuestión de actitud y que las palabras y sentimientos que dirigimos hacia nosotros mismos nos dejan avanzar o nos mantienen congelados.

Aunque mis creencias limitantes no estaban totalmente infundadas el proceso de incomodidad inicial es totalmente normal y significa que nos estamos saliendo de nuestra zona de confort, lo que siempre trae cambios, crecimiento y cosas positivas.

No podemos ser perfectos en algo que nunca hemos hecho y definitivamente tampoco llegamos a hacerlo perfecto aunque lo hagamos mil veces. Las personas que admiramos empezaron de cero como nosotros y todavía tienen que trabajar igual de duro para mejorar.

Entonces… ¿Cómo hice para sacudirme mis creencias limitantes en cuanto a hacer ejercicio?

1. Empecé a cambiar mis creencias limitantes por afirmaciones positivas.

Empecé a reprogramar mi cerebro para cambiar todas las excusas que antes me ponía por palabras que me motivaran.

Cuando me suena la alarma saco mi repertorio de afirmaciones, incluso si en ese momento no me las estoy creyendo.

A veces me tomaba una hora de repetirme «voy a levantarme porque quiero hacer ejercicio, porque me hace sentir mejor, feliz, fuerte, porque me encanta» para reunir las fuerzas para levantarme.

Pero cada vez me toma menos repeticiones de mis mantras. Mi cerebro se los ha empezado a creer.

2. Revisé los motivos reales por los cuales estaba haciendo ejercicio.

Tengamos algo claro: uno NO debería hacer ejercicio porque ODIA el cuerpo que tiene.

Si querés que hacer ejercicio se haga una rutina en tu vida, tenés que hacer ejercicio simplemente porque querés y porque podés. Porque tenés un cuerpo maravilloso que te deja empezar e ir mejorando día a día y porque hacer ejercicio te llena de energía, endorfinas y satisfacción.

No se puede hacer ejercicio concentrados en quemar cierto número de calorías o trabajar cierta parte del cuerpo que no nos gusta. Cuando uno hace las cosas por los motivos erróneos no solo es más difícil mantenerlo, sino que es siempre desmotivante porque los resultados no vienen a la velocidad que uno quiere.

No podemos hacer ejercicio pensando todo el rato en que lo odiamos pero que TENEMOS QUE hacerlo. Hay que hacer ejercicio pensando en disfrutar del momento.

Una de mis cosas favoritas de hacer ejercicio es que es un ratito de «mindfulness». Un rato solo para mí y para concentrarme en lo que estoy haciendo, en el momento en que lo estoy haciendo.

3. Empecé a comprar ropa linda y accesorios para ir al gimnasio.

La lógica tras de esto es simple: cuando uno se toma el tiempo de escoger qué se quiere poner para ir a hacer ejercicio le inyecta parte de la identidad a ese outfit y por lo tanto a esa actividad. Al hacer que el ejercicio sea parte integral de nuestra identidad, deja de ser algo opcional y es simplemente parte de nuestra vida y nuestra rutina diaria.

¿Tiene sentido?

Además, claro está, de la motivación de comprar cosas lindas y usar cosas lindas, que es un gran boost para el autoestima.

Yo antes no compraba ropa para el gimnasio porque sentía que no me la «merecía», y eso solamente agregaba a la culpa de no estar haciendo las cosas bien. Para mí la ropa y la forma en la que me veo es importante, así que cómo me veo cuando voy al gimnasio es fundamental para sentirme bien conmigo misma.

4. Empecé a hacer amigos en el gimasio.

Recuerdo el día que una amiga me dijo «era mi cumpleaños entonces iba a salir con mis amigos del gimasio» y yo pensé «¿WHAT!? ¿Amigos del gimnasio? Esta mae de fijo pasa ahí metida 24/7».

¡Pero no!

Cuando uno crea una rutina, digamos 1 hora, 3 veces por semana, se da cuenta que hay otras personas que tienen la misma rutina que uno y es inevitable topárselos. ¿Dónde estaban estas personas antes? Pues bueno… aquí mismo, ¡solo que yo estaba durmiendo!

Entonces después de un par de meses de ir a la misma hora los mismos días empecé a conocer a otras personas.

«¡Hola! ¡Hace días que no venías!» me dijo Iván un día. «¡Qué linda tu botella de agua!» me dijo Andre otro. Otras personas no me hablaban pero me recibían con la sonrisa.

Los seres humanos somos seres sociales; conocer a otras personas y hacer sus caras parte de mi rutina me ayuda a no sentirme como un alien cada vez que llego al gimnasio. Aunque no me hablen me siento acompañada.

Además el conocer a otras personas, saber sobre sus metas y sus rutinas, me hizo admirarlos no solo por su apariencia, sino por su disciplina, su determinación y su forma de ser.

En este punto también les podría recomendar en algún momento trabajar con un entrenador personal. Pueden buscar uno que se ajuste a sus necesidades (tiempo, espacio, dinero) y sobre todo tiene que ser uno que los motive y les caiga bien. A mí Jorge me saca risas con cada burpee.

Además de que un entrenador genera un sentimiento de compromiso y es más fácil (aunque no imposible 🙁 jaja) que pasen semanas sin entrenar. Y si están empezando es lo ideal para que les explique cómo funcionan las máquinas y cómo se hacen los ejercicios.

5. Me propuse planear el horario por adelantado.

Como dice mi esposo «siempre vamos a tener cosas que no nos permitan hacer ejercicio, entonces no podemos acomodar el gimasio a la vida, sino la vida al gimnasio»

En este punto les soy sincera: todavía estoy trabajando en él. Levantarse extra temprano porque ese día tenía una cita o hacer ejercicio en vacaciones son cosas que todavía me cuestan, pero si digo «esta semana voy a ir lunes, miércoles y sábado» me doy cuenta de que: 1. No son tantos días ni tanto rato. 2. El resto de los días los tengo libres para hacer todo lo demás.

Es mucho más fácil comprometerse.

6. Hice un buen playlist que me motiva.

¿Qué las motiva a ustedes? A mi no hay nada ni nadie que me motive más que Beyonce jaja. Como dicen por ahí «Yo tengo la misma cantidad de horas en un día que Beyonce», y si ella puede, yo también.

Así que para estar motivada decidí hacer un playlist de «Girl Power» (poder femenino) que me pusiera en la vibra correcta y me llenara de positvismo y energía.

 

→ Girl Power Playlist en Spotify ←

 

«¿Who Run The World?». Maybe today I DO!

¡Cuéntenme si les gusta y si tienen sugerencias de canciones!

Por último también es importante aprender a perdonarse y saber cuando uno definitivamente está muy cansado, muy ocupado o con una agenda muy complicada para ir al gimnasio. Hay que escuchar al cuerpo y saber distinguir un motivo real de una excusa. Tampoco vamos a agregar una cosa más a la lista de motivos para estar exhausto.

Yo creo que hacer ejercicio es un intercambio de energía; yo invierto una cantidad de energía y recibo otro monto a cambio. Pero hay días y semanas en las que siento que no tengo ni el monto inicial para invertir, y eso está bien.

A mi todavía me cuesta levantarme, no les voya mentir, creo que siempre me va a costar un poco, pero los beneficios a nivel mental me mantienen motivada.

Los cambios físicos vienen atrás, lento pero seguro, pero el nivel de satisfacción de cambiar el «no puedo» por «¡hoy lo hice súper bien!» no se los puedo describir.

Y bueno, yo encontré en el gimnasio mi lugar porque se ajusta a mis necesidades: lugar, horario, espacio, herramientas.

¡Pero cuéntenme qué ejercicio les gusta a ustedes, qué tips tienen y cómo logran mantenerse motivadas! Me encantaría leer <3

 

 

« 5 días en Guatemala
Gabriela Mora, Strawberry Boutique »

Otros artículos

  • En control
  • ¿Qué hacer cuando me siento exhausta?
  • 10 cosas que aprendí en 10 años de relación
  • Cómo aprendí a amar mi cuerpo sin cambiarlo

Comments

  1. Gaby Mora says

    junio 2, 2017 at 2:08 am

    Hay dos cosas que me motivaron a hacer incluir el ejercicio:
    -mi perro; porque ahora mi rutina implica largos paseos con maquinitas de ejercicio del parque incluídas.
    – ponerme metas razonables. 2 días a la semana!

    Preguntarme porque no hacía ejercicio tambien: mi respuesta siempre era «porque quiero dormir más». Entonces comencé a poner una alarma para irme a la cama más temprano. Y así acabé con mi propia excusa 😉

    Responder
    • Dani says

      junio 5, 2017 at 2:05 am

      Pasear al perro parece ser una respuesta recurrente cuando hablo de bienestar y ejercicio! jaja, me encanta! voy a tener que conseguirme un perrito!
      Las metas razonables también son un must. Yo antes tenía una meta de 4 veces por semana y obvio que nunca la cumplía, entonces siempre me sentía culpable por no hacerlo.
      Ahora tengo la meta de 3 veces por semana, pero flexible jeje. Si una semana solo puedo 2 también está bien 🙂

      Responder
  2. Alicia Rojas says

    febrero 20, 2018 at 8:52 am

    Qué chiva post, me sentí identificada con las excusas que nos ponemos para procrastinar el ejercicio e inclusive mil cosas más de la vida (trabajo, pasatiempos, VIDA). Cuántas veces hemos pensado «que chiva sería quedarme dibujando o leer este libro que tiene un montón de tiempo de no abrirse?», pero el cansancio nos gana. Yo antes de tener a Felipe (mi hijo) tenía más motivación para hacer ejercicios en la casa. Simplemente encendía el tele y ponía videos de YouTube. Ahora, termino de acostar a Felipe, salgo de su cuarto y lo único que pienso es «quiero dormir»… La motivación es súper necesaria, y creo que con las reafirmaciones que usted dice, se me va a hacer más sencillo encontrar la fuerza interior para hacer ejercicios. Gracias Dani! 🙂

    Responder
    • Dani says

      febrero 23, 2018 at 1:26 am

      Hola Ali!!! totalmente, yo pienso que todo está en la mente!
      Yo después de unos meses lleno de excusas volví a hacer ejercicio y lo que hago es ponerme yo como prioridad, que es lo que uno debería hacer 🙂
      Trato de acomodar todas las cosas al rededor de poder cumplir mis metas. Además yo siempre he pensado que cuando tenga hijos quiero que tengan el ejemplo de una mamá llena de energía y que crezcan en un ambiente en el que los buenos hábitos como el ejercicio sean parte de la rutina.
      A mí de fijo que no me criaron así jaja y tal vez hubiera hecho la diferencia en mi vida si yo viera el ejercicio como algo que nada más forma parte de la vida.
      Hay que encontrar la motivación y la fuerza por uno mismo y los que nos rodean <3
      Un abrazote!!

      Responder
  3. María Laura Valverde says

    febrero 24, 2018 at 5:15 pm

    Llegué un poco tarde a leer este post pero mejor tarde que nunca. Las palabras que escribió eran justo las que necesitaba para motivarme. Las principales excusas que me repetía una y otra vez eran la falta de dinero y el transporte. Además, actualmente soy estudiante de ingeniería del Tecnológico de Costa Rica, por lo que el tiempo también era una gran excusa para no hacer ejercicio y/o comer saludable. Todo es cuestión de actitud, no dejar esas frases tomar el control de la mente de uno, como usted da a entender en el post. Una persona no puede hacer todo bien si no se tiene un balance, y eso era lo que me faltaba a mi. Balancear mi vida ha sido todo un reto, y es algo que creo que a la mayoría de personas se les dificulta. Algo que en lo personal me ha ayudado demasiado es tener un planner o bullet journal, apuntar todo lo que tengo que hacer (tareas, examenes, quices, proyectos, laboratorios, ejercicio, gastos, comida), planearlo por días, y al final de cada semana «calificar» que tal estuvo mi semana y así darme cuenta de las cosas que puedo mejorar. Al principio me costó acostumbrarme a apuntarlo todo pero luego se hace parte del día. Otra excusa que hasta el día de hoy tengo y pienso repetitivamente es: «No puedo hacerlo sola». Esa frase está constatemente en mi cabeza y me afecta mucho y dejar esa frase es algo que todavía no he podido lograr pero gracias a su post quiero hacerlo, quiero dejar esa excusa atrás y seguir adelante. Gracias Dani por sus palabras, siempre son de gran ayuda. Saludos!!! 🙂

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Hola!

Soy Dani y tengo 31 años. Estoy constantemente creando, buscando inspiración, aprendiendo y creciendo. Escribo para generar conexión humana por medio de compartir mis procesos, vivencias y aprendizajes. Mi propósito es demostrarle a los otros que no están solos en su viaje hacia conocerse a sí mismos y ser cada día mejores. En una era en la que las redes sociales muchas veces separan, a mí me apasiona unir. Gracias por leerme y por crecer conmigo.

"Say what you wanna say and let the words fall out. Honestly, I wanna see you be brave."

Síganme en Instagram Síganme en Facebook
Mi Instagram

If I had the chance, I'd ask the world to dance