¿Les ha pasado que a veces se enfocan tanto en las metas y en el futuro que se les olvida que el presente es lo más importante?
¡A mi me pasaba todo el tiempo!
Hace unos meses me di cuenta de que no me sentía feliz con la persona que era en ese momento. No me sentía cómoda con cómo me veía, no me gustaba la forma en la organizaba mi trabajo, y sentía que en ese instante de mi vida todas las cosas que me emocionaban estaban en el futuro: viajes, la ilusión de tener una casa propia, nuevas ideas para mejorar mi trabajo…
Me concentraba montones en las cosas y experiencias que añoraba en lugar de agradecer todo lo que la vida me regalaba justo en ese momento.
Hasta que un día me di cuenta de que mi forma de vivir en el futuro estaba afectando mis sentimientos hacia el presente y mi sentido de gratitud.
Sé que hay muchas personas que viven atrapadas en su pasado y que piensan que el pasado fue mejor, pero a mí eso no me pasa. He disfrutado y amado cada una de las etapas de mi vida pero creo que desde adolescente he tenido la tendencia a enfocarme más bien en lo que está por venir.
Cuando estaba en la U hacía planes sobre lo que iba a hacer cuando me graduara. Spoiler: pese a todos mis planes, no me gradué de la carrera que estudié.
Cuando me hice novia de Adrián hacíamos planes de las cosas que haríamos cuando viviéramos juntos. Algunas se han cumplido y otras han evolucionado a escenarios diferentes.
Y en asuntos más personales, como mi autoimagen, siempre hice planes a futuro, concentrada en que la forma en la que me veía en el presente no era la ideal y que si me esforzaba lo suficiente alcanzaría ese cuerpo que estaba en mi cabeza y que al alcanzarlo podría vivir más feliz y tranquila.
«Cuando sea más delgada voy a comprar toda la ropa que quiera, porque entonces sí me va a quedar bien y ya no me voy a tener que preocupar por eso».
«Cuando tenga mi propia casa voy a comprar mi propia comida y organizar un menú saludable y va a ser más fácil comer mejor».
«Cuando logre mis metas en el trabajo voy a tener más tiempo libre para pintar, tomar fotos y hacer ejercicio».
¿Y adivinen qué?
La vida pasa y los planes cambian.
No podemos predecir el futuro. No podemos dejar las cosas para después porque no sabemos las condiciones que tendremos luego. Lo único que tenemos seguro es este momento.
A veces me frustraba porque «de repente» llegaba el día para el cuál había hecho planes tan específicos y al final no se cumplían.
Me ponía metas odiosas como «tengo que perder tantos kilos antes de irme de viaje porque si no no me voy a ver bien en vestido de baño». Pero en el momento en el que me ponía la meta no me comprometía en el presente, porque lo veía como algo lejano. «Bueno, todavía tengo 6 meses, todavía tengo chance para empezar a hacer ejercicio». Hasta que más bien faltaba tan poco que sabía que no lo iba a lograr y entonces de una vez me daba por vencida. «Ya solo falta un mes y no he empezado, ya para qué. No me voy a ver como quería».
Vivir en el futuro causa ansiedad, temor e inestabilidad. El futuro es un ambiente cambiante e impredecible.
En ese momento tomé una de las mejores decisiones de mi vida y fue empezar un proceso con una «Coach de amor propio» (luego les contaré más sobre ella).
Mari llegó a mí como todas las cosas buenas: sin buscarla. Y yo llegué a ella con una inseguridad en mente, sin darme cuenta de que ese «asunto» específico estaba encadenado a mil cosas más con las que no estaba satisfecha en mi vida.
Mari me hizo darme cuenta de que en mi cabeza todo era una competencia conmigo misma y que en esa competencia todo era blanco o negro: o alcanzaba la meta al 100% o la dejaba botada. No había intermedios.
Y pues bueno… la vida está llena de grises, y esos grises son el presente.
La única forma de cambiar mi futuro es viviéndo al máximo mi presente. Haciendo todo lo que puedo con lo que tengo, incluso si «todo lo que puedo» no llena el 100% de mi expectativas.
¿Pero saben qué más?
El futuro solamente será el presente de algún otro día. El futuro es hoy, y la persona que soy hoy se merece todas las cosas lindas, todo el tiempo y todo el amor que antes planeaba para otro día.
¿Por qué esperar a alcanzar un peso «ideal» para comprar ropa nueva? ¡NO! La Daniela del presente merece sentirse linda y mi cuerpo es lo suficientemente bueno como para poder amarlo hoy. Necesito apreciar y agradecer todo lo que tengo en este momento y valorar las oportunidades que se me presentan.
¿Por qué esperar a tener más tiempo para compartir lo que tengo que contar en un blog? No es como que vaya a publicar un libro, nadie me apura. Quien me quiera leer va a estar ahí cuando yo tenga tiempo de escribirle.
¿Y por qué estresarme con todo el trabajo que tengo que hacer la otra semana? Como le digo a mis amigas colegas emprendedoras: «Gracias a Dios no somos neurocirujanas. ¡Nuestro trabajo siempre puede esperar un ratito más!». No me voy a estresar más por lo que tengo que hacer mañana, el viernes o la otra semana. Voy a disfrutar de lo que estoy haciendo hoy y tratar de hacerlo de la mejor forma posible.
Es importante tener planes, ¡claro!. Los planes nos dan guía y estrucutra. Pero se tienen que trabajar en el ahora. No en el mañana ni en la otra semana… ¡por eso yo no empiezo dietas los lunes! Las decisiones, sobre todo las que son para mejorar, hay que tomarlas e implementarlas de inmediato.
Si logramos encontrar nuestro balance, amor y felicidad en el ahora, es más fácil llevarlo con nosotras el resto de nuestras vidas.
¡La única forma de amarse es ya! La vida se hará cargo del resto.
¿Están listas para hacerlo?
Hola Dani!
Esto está hermoso, muy inspirador! 🌹🌾🌹🌾
Por cierto, específicamente este me cayó como anillo al dedo y debo confesar que me sacó una q otra lagrimilla porque es algo por lo que estoy pasando actualmente y saber que no sólo a una le pasa, me hace sentir acompañada y tener esperanza de que las cosas poco a poco van pasando y que no podemos ser exclavas de nuestra mente, más bien todo lo contrario tenemos mucha fortaleza dentro de nosotras que podemos utilizar para cuidarnos, querernos y tenernos paciencia a nosotras mismas.
Gracias por compartir sus experiencias y tamb su crecimiento como ser humano! 💗🍃🌼
Hola linda!! muchas gracias por tu comentario, ¡el primero de mi blog!
Me alegra montones saber que mis palabras te llegaron en el momento indicado. Muchas veces así es la vida: nos envía lo que necesitamos justo cuando lo necesitamos.
La paciencia es la clave y sobre todo creo que el perdón hacia nosotras mismas. Saber que todo cambia y que todo llega en su tiempo, no podemos ser tan duras con nosotras mismas.
¡Un abrazo y mucha fuerza!
Como daga en el corazón!! ❤
Me encantó. Gracias por compartir cosas tan lindas!
Jaja a veces es lo que necesitamos!!! un «reality check» <3
Muchas gracias a vos por leerme!!
Hola, me encantaría hacer un proceso con una coach. ¿Me recomiendas a la que hizo milagros en vos?
Claro que sí!! es la mejor <3 la podés encontrar acá:
https://www.facebook.com/mariela812/
Lo acabo de leer recién a las casi 6 am, lo no poder dormir me metí en IG,y viendo los stories de hola.stef te encontré.
Es todo tan cierto, hasta una lágrima salió. Comparto el ahora, el vivir ya,el futuro es hoy, en un año no sabemos que pasará, por mas planes que hagamos aveces las cosas no salen, porque el universo no lo quiso o porque Dios así lo dispone
Sigue escribiendo para seguir leyendote !!! 👏❤