Este año Adrián y yo cumplimos 10 años de estar juntos y definitivamente han sido los mejores 10 años de mi vida.
Nuestra relación empezó en las redes sociales y hemos tenido una vida junta muy «pública» en este sentido, por lo que muchas personas han llegado a sentir que nos conocen a la distancia.
Pero la verdad es que la cosa más importante que he aprendido (y la retomo luego) es que cada pareja es un universo que solo existe para ellos y no hay forma de saber lo que pasa adentro, aunque a veces las redes sociales nos hagan creer lo contrario.
Aclarando este detalle les cuento un poco acerca de nosotros porque hay algo en lo que la gente que nos conoce no se equivoca y es que lo que Adrián y yo tenemos es especial ♡
La gente siempre me pregunta cómo nos conocimos, así que antes de contarles lo que aprendí les voy a compartir nuestra historia, porque habla mucho de nosotros y nuestra dinámica, además de que es graciosa.
Era el 2008 y yo era súper fan de Myspace jaja. Sí sí… había caminado las 9 yardas, con música de AFI de fondo, ropa súper colorida y maquillaje estridente. Los Cuchillos estaban en mi top de amigos y en esa época descubrí que la música y la ropa eran mi forma favorita de expresarme. Creo que nunca me he sentido tan cool como en el 2008.
Adrián por su lado tenía 4 años de manejar su página de música, 89 decibeles, con su mejor amigo Diego y un grupo de personas que nos acompañan hasta el presente: Michi, Carlos y Fus, entre otros. Venía llegando de un viaje de 6 meses por suramérica con sus 2 mejores amigos, era músico y me encontró en myspace.
La historia es que Adrián me mandó un friend request y yo lo vi y pensé «meh, qué pereza. Un mae que no conozco queriendo agregarme» jajaja. Así que como buena feminista desinteresada le negué el request. Siendo sincera, ni siquiera me metí a su perfil para saber quién era.
Entonces Adrián se dio cuenta de que le había rechazado el request y con todas sus habilidades para ligar (que luego nos dimos cuenta de que eran pocas jaja) se armó de valor y me envió un mensaje.
«Hay veces en que parece que vale la pena».
I´M NOT CRYING, YOU ARE CRYING.
Jaja. Y bueno… ¿cómo resistirse a esa oferta de amistad?
3 meses después éramos novios y 10 años después, aquí estamos.
No les voy a mentir diciéndoles que ha sido difícil o que hemos enfrentado grandes pruebas y retos. Tampoco les voy a mentir y decirles que ha sido fácil, porque no hay nada más difícil que crecer como ser humano tratando a la vez de crecer como pareja.
No quiero decir que todo es perfecto pero sí les puedo decir que hay días que parecieran serlo. Algunos días en pijama, viendo netflix y comiendo sushi. Otros días viendo en vivo a nuestros grupos favoritos, abrazados entre miles de personas coreando, con ojos empañados de emoción.
Hemos visto juntos llegadas, uniones y pérdidas. Hemos visto proyectos nacer y morir. Hemos aprendido a valorar cosas que van más allá de nosotros.
Hemos aprendido ¡tanto! que algunos días me siento experta en relaciones. Y otros días… ¡muchos! otros días me siento como que no sé qué estoy haciendo.
Pero bueno… así es la vida. Y yo escojo compartir lo que sé.
1. La persona más importante en cualquier relación soy yo misma.
Los seres humanos somos súper complejos y cada persona tiene una historia larguísima y detallada que la guía al presente.
Nuestras relaciones las construimos basados en lo que pensamos que sabíamos acerca del amor.
Nuestras construcciones sociales y familiares nos llevan a pensar que hay un tipo ideal de pareja y que cuando encontremos a esa persona todas las piezas rotas dentro nuestro se van a unir.
Nos han educado para pensar que necesitamos de alguien más para estar completos, que vamos a hallar a nuestra «media naranja», y una vez que eso pase vamos a ser felices al final y para siempre.
Pero no es así.
La idea de la media naranja no debería existir porque la persona más importante en cualquier relación soy yo misma. Yo necesito estar completa, no esperar pedacitos de alguien más.
Una de las cosas que he aprendido en mi experiencia con Adrián es que las relaciones no funcionan si los individuos que las componen no están bien consigo mismos. No podemos poner en alguien más nuestra felicidad y ciertamente no podemos entrar a una relación con la idea de que hay alguien que me va a dar lo que me falta.
Deberíamos sanar antes de poder amar.
Prefiero las relaciones basada en lo que yo tengo para dar, no en lo que deseo recibir. «I´m a giver» es una frase que uso con frecuencia, y creo que es un buen principio.
En el momento en el que empiezo a esperar más de lo que la otra persona me quiere o me puede dar, o cuando pienso que es deber u obligación de la otra persona hacer las cosas que a mí me hacen feliz, todo falla. O como diría mi amiga Sam, y en mi cabeza suena cantado, «nos fuimos a laaaa mieeeerdaaaa» (sorry. A veces uso malas palabras).
Yo debo ser feliz conmigo misma para que, sintiéndome plena, alguien me pueda acompañar y asistir en mi viaje y yo hacer lo mismo con esa persona por el tiempo que nuestro camino juntos funcione.
A mí me gusta pensar en las relaciones de pareja como las relaciones de amistad: no son para crear necesidad ni dependencia sino para reírse, acompañarse y pasarla bien.
1. 2008
2. Hay muchos tipos de amor y ninguno es mejor que otro.
Hay personas a las que les gusta pensar que existen personas y relaciones románticas perfectas. Yo NO soy una de esas y este punto es muy importante para mí.
La sociedad nos educó para pensar que hay una persona ideal para nosotros, meant to be.
El universo se va a alinear y vamos a ver fuegos artificiales y así sabremos que la persona que encontramos es la correcta. Nuestro amor será todo lo que The Notebook nos prometió.
Bullshit.
A mí me gusta conocer a mucha gente y ver lo mejor en ellos. Me encanta hacer amigos y descubrir un poco de mí en los demás.
Con algunas personas encuentro dinámicas que me encantan. Aparte de Adrián tengo otras personas que me acompañan a ser feliz, y no las cambio por nada.
Ocasionalmente con otras encuentro rasgos tóxicos con los que me identifico y me doy cuenta que hay algo dentro mío que necesito cambiar. Las personas que nos rodean son un reflejo de nosotros mismos.
Así, el amor de pareja no es ni debería ser el único amor al que se aspire.
No es el mejor tipo de amor ni es lo más grande e importante que existe.
Está bien amar a otras personas, ya que podemos tener otras relaciones enriquecedoras que apoyen nuestra felicidad y nuestro crecimiento.
Yo siempre digo que mis relaciones con las otras personas no tienen nada qué ver con Adrián, pero si tuviera algo qué rescatar es que en las dinámicas que tengo con los otros aprendo para tener una mejor relación con él.
Ustedes han visto cuando una amiga termina con un novio al que juraba que amaba y luego tiene otro y siente la necesidad de decir «no, pero en serio… este sí es. Nunca he conocido amor así, nunca había sido tan feliz»… bueno, pues… a mí eso me parece súper raro.
Yo entiendo que hay relaciones que son mejores que otras, eso sí, mejores formas de interactuar. Pero me parece innecesario «desmentir» el amor.
Yo estoy segura de que antes de Adrián era feliz, y también estoy segura de que las personas a las que amé en el pasado, las amé con todo lo que tuve. Ni más, ni menos.
No hace falta minimizar otros amores para que el nuestro sobresalga.
Al principio yo me sentía culpable por amar a otras personas «igual» que lo que amaba a Adrián.
Un día le dije, preocupada, «es que yo amo a Gaby igual que lo que te amo a vos». Preocupada pensando que había algo malo en mí, porque uno debe de amar al esposo sobre todas las cosas y para siempre. Así nos educaron. Nuestro amor debe ser superior.
Pero lo que pasa es que Gaby ha estado conmigo desde antes de estar con Adrián. ¡Gaby me enseñó cómo debe ser el amor, cómo se debe sentir! Gaby me pregunta si tengo mucho trabajo y me lleva comida en la noche cuando sabe que Adrián no está para acompañarme. Gaby está siempre pendiente de que yo sea feliz. Es mi compañera de vida, igual que Adrián lo es.
No quiero imaginarme un mundo en el que yo exista sin ella jamás. Nuestro amor es único, es especial y es gigante.
Es un error pensar que hay una sola persona para uno y un error más grande pensar que debe haber un solo gran amor de la vida.
Si algo he aprendido es que el amor nunca es como nos dijeron que sería. El amor es lo que yo decido.
Y si me conocen, yo siempre elijo amar más y amar a todos. Aquí es donde mis amigos me dicen: «ya vas… cada día más hippie» jaja.
2. 2009
3. La comunicación es la clave del éxito, acompañada de honestidad y respeto.
Cuando alguien me pregunta cómo es que mi relación con Adrián funciona tan bien, la respuesta es unánime: tenemos súper buena comunicación.
Mi mamá se sorprende de que Adrián y yo podamos hablar por horas de horas, pero es una cosa que hemos practicado desde el inicio.
Si ustedes me conocen saben que yo soy muy buena conversando, y más que eso, me encanta escuchar y saber de las otras personas.
Yo sé que en las relaciones a veces es difícil porque tenemos miedo de ser juzgados, de no calzar o sentimos que la otra persona no nos va a entender, pero muchas veces la comunicación y el entendimiento son cosas distintas.
Por ejemplo yo aprendí que a veces yo quiero decir las cosas solo por contarlas, no para que Adrián me entienda o me dé su opinión.
Más allá de eso, aprendí que para escuchar verdaderamente tenemos que dejar de querer tener la respuesta.
¿Les ha pasado que a veces alguien les está contando algo e inmediatamente uno empieza a pensar en qué hubiera hecho uno en esa situación, o se distrae pensando qué le vas a decir a la persona cuando termine de hablar? Bueno… eso no es escucha de calidad.
Uno tiene que realmente escuchar a la persona por todo el rato que está hablando, sin querer imponer sus opiniones y sus soluciones. Hay que hacer la distinción de cuando alguien te está diciendo algo para desahogarse y cuándo te lo está diciéndo porque quiere tu consejo.
Se podrían sorprender, pero la mayoría de las personas NO quieren tu consejo, solo quieren tu atención.
Nosotros empezamos a poner esto en práctica porque nos dimos cuenta de que de verdad muchas veces no estábamos escuchando, simplemente estábamos esperando a que la otra persona terminara de hablar para que empezara nuestro turno. Así estamos distraídos en nuestra propia cabeza y se pierde información importante en el camino.
La comunicación es la clave, pero comunicarse no es solo hablar. Comunicarse es también escuchar con atención y hablar con intención.
Nosotros creemos en expresar todo lo que sentimos, no tenemos secretos, aunque yo sé que hay personas que opinan que hay cosas que uno debería reservarse para uno mismo.
No es que esté en desacuerdo con eso, pero para nosotros lo que ha funcionado es siempre ser honestos con lo que sentimos y respetuosos de lo que siente y opina la otra persona, sin juzgar y sin imponer. Todo todo lo conversamos y lo negociamos, porque cuando uno se queda callado los problemas se hacen más grandes por dentro.
3. 2010
4. Una relación no es de dos. La familia y los amigos también están en los cimientos.
Las personas construimos nuestras relaciones con base en lo que hemos aprendido en el pasado. Nuestros papás, nuestros abuelos y hasta nuestros bisabuelos nos heredaron no solo genes e historias, sino un bagaje social y emocional. Cuando dos personas se conocen no son solo esas dos personas caminando juntas, sino que son la suma de todos quienes les rodean, sus influencias y sus pensamientos.
Así, es imposible creer que cuando entramos a una relación nuestro amor va a ser solo de dos.
Una de mis cosas favoritas de llevar tanto tiempo con Adrián es que sus amigos son mis amigos, mis amigas son sus amigas y nuestras familias son una sola.
El regalo más grande que me ha dado Adrián es poder tener otra hermana (Michi), un cuñado (Ernesto), a mi suegro y a Pame, que sus mejores amigos se hayan convertido en mis mejores amigos (Diego forever), que en el camino estos mejores amigos hayan traído a mi vida esposas, novias y hasta exnovias que ahora amo, y que su familia se convirtiera en mi familia, con titos, tíos y tías, primos, primas, sus esposos y sus bebés.
Estar rodeados de tanto amor compartido definitivamente nunca ha sido un obstáculo, siempre nos ha hecho crecer.
De hecho nuestra cosa favorita del día en que nos casamos fue haber podido tener en un solo lugar a todas las personas que nos aman por aparte y en conjunto reunidas. ¡Fue lo mejor!
Y no hay nada que me haga más feliz que saber que a mi hermano le regalé un Adrián, y que a Adrián le regalé un Ale, y que mensajean todo el día, se mandan memes, pasean y entrenan juntos y se han encontrado ellos fuera de nuestras relaciones individuales.
Lo más importante en este punto es que como les dije antes, hay muchos tipos de amor y todos son especiales, por lo que en nuestra relación no caben los celos.
Nos permitimos tener otras relaciones felices y exitosas, nos permitimos tener amistades intensas, valiosas y duraderas y siempre veo el amor que las personas que amo le dan a Adrián como algo positivo y nunca como si me lo quitaran a mí para dárselo a él.
¡A mi me encanta que mi hermano ame a Adrián, o que cuando Adrián no sabe qué hacer conmigo le pregunte a Ga! jaja es lo más lindo.
Y bueno… Adrián es el nieto favorito de mi abuelita. ¡Eso es definitivo!
4. 2011
5. La rutina y la pereza son el enemigo. Nunca tengan miedo de intentar algo diferente.
Yo sé que esto es algo que todo el mundo dice, y también algo que uno siempre dice que no le va a pasar, pero pasa.
Lo más chiva de las relaciones largas es que uno se llega a sentir súper cómodo con la otra persona en todo momento. Pero con esta comodidad también caemos en ciclos de rutina en los que a veces nos podemos llegar a aburrir. Sin darnos cuenta nos vamos metiendo en dinámicas que se vuelven poco espontáneas.
Hay personas a las que les parece raro poner cosas calendarizadas o incluir actividades nuevas en la «rutina», pero es que a veces si uno no lo hace, no pasa.
Cuando uno tiene 10 años de estar con la misma persona las cosas que antes eran novedosas se convierten en rutinarias.
No hablo de que lo único que hacemos es ir al súper y ver tele en pijamas, sino que ya hasta salir a cenar o ir al cine forman parte de nuestros planes frecuentes, por lo que dejan de ser «dates». Los paseos a veces son a los mismos lugares, las cenas en los mismos restaurantes y hasta el combo en el cine es el mismo.
Así que bueno, hay que innovar, en todos los aspectos.
A mí me encanta hacer cosas nuevas, aprender cosas nuevas y tener hobbies, tanto por separado como en pareja, así que siempre estoy buscando cosas nuevas que podamos hacer.
Este año, por ejemplo, empezamos a ir a clases de canto (dorks, I know), y eso nos ha unido montones porque nos da algo diferente qué hacer.
Lo que he encontrado mejor es hacer como «checking points», momentos en los que uno le pregunta a la otra persona si todo está bien, si hay algo que le gustaría cambiar o mejorar, si hay algo que le gustaría proponer, y luego conversar acerca de esa propuesta.
«A mí me gustaría que fueramos a la playa por lo menos una vez cada dos meses, pero que sea a un lugar que nunca hayamos ido». «Quisiera que nos acomodemos para que este año podamos viajar, pero por más tiempo, para que sea diferente a todas las otras veces que hemos viajado». «¿Podemos salir, pero que NO sea al cine?». «Quiero que hagamos algo diferente el domingo pero no quiero tener que planearlo yo. ¿Vos podrías organizar algo y sorprenderme?».
Sí… a veces hasta hay que pedir ser soprendidos, pero siguiendo con el punto de la comunicación, no podemos esperar que la otra persona nos lea la mente.
En este aspecto me he encontrado que a veces hay cosas que a mí me molestan y que Adrián ni se imaginaba. Lo que para él es perfecto puede ser que para mí no lo sea, así que lo mejor es decir lo que uno quiere y no esperarse y frustrarse si la otra persona no lo adivina.
5. 2012
6. Las relaciones, al igual que las personas, crecen y cambian.
¿Ustedes sabían que el amor romántico se acaba? Las personas pensamos que el amor son esos primeros 3 meses a 2 años de relación en los que todo es perfecto, todo nos hace felices, disfrutamos de conocernos y de que todo sea maravilloso y novedoso.
Nos reímos de los chistes malos, nos acomodamos a los gustos de la otra persona, las cosas que usualmente nos molestarían las dejamos pasar y queremos estar todo el día juntos y abrazados. Queremos quedar bien y nos ponemos anteojos especiales en donde todo lo que hace la otra persona es cute, especial e interesante.
Pero si este amor inicial durara para siempre sería el fin de la humanidad, ya que en esos primeros momentos no estamos funcionando al 100% en nuestras otras capacidades. Le estamos dedicando muchísimo tiempo a conocernos y a enamorarnos y descuidamos otros aspectos de nuestra vida y otras relaciones.
Así que está científicamente comprobado que este periodo acaba.
Pero entonces mucha gente lo ve como un fracaso. Piensan que al inicio todo era chiva y perfecto y que cuando deja de ser emocionante es porque se acabó el amor, pero no es así.
El amor simplemente cambia al igual que lo hacemos nosotros.
Se acaba el «rush of blood to the head», pero eso no significa que se acaba el amor, sino que la emoción de distribuye en otro tipo de dosis.
La sociedad ha idealizado el amor inicial plasmándolo en cuanta película sacan, ¿se han dado cuenta? A story of boy meets girl, dice una de mis películas favoritas.
Y es que de verdad que no hay nada más rico que conocer a alguien, los primeros abrazos, los primeros besos. I´ll give you that.
Pero en el amor que sigue después de esa etapa podemos encontrar tantas cosas valiosas que nada más tenemos que estar dispuestos a observar. La complicidad, los gustos compartidos, las nuevas rutinas que se crean en conjunto, el acompañamiento, la confianza, la tranquilidad de saber cómo somos y lo que nos gusta.
No tiene sentido compararse con el pasado y tampoco preocuparse por el futuro. Hay que disfrutar el ahora.
Podemos tener metas y planes, pero también ser flexibles y saber que los humanos cambiamos y nos transformamos, por lo que no podemos centrarnos en una sola idea de cómo debería ser el amor.
6. 2013
7. Lean los 5 lenguajes del amor. En serio. Háganlo.
En este punto no les voy a explicar demasiado.
Es súper importante saber y entender que existen 5 formas de expresar el amor.
Usualmente yo le doy amor a alguien más de la forma en la que a mí me gusta recibirlo, pero eso no significa que para la otra persona sea la forma correcta.
Yo debo saber cómo le gusta recibir amor a la persona con la que estoy, y dárselo de esa manera.
Por ejemplo cuando yo me enojaba Adrián lo que é hacía era abrazarme, y eso a mí en lugar de hacerme sentir mejor, me daba más chicha jaja. Claramente el lenguaje del amor de Adrián es el contacto físico, por lo que él me abrazaba pensando en que sería lo que a él le gustaría en esa situación.
Pero mi lenguaje del amor son los actos de servicio, así que cuando estoy triste y enojada lo que me gusta es que alguien haga algo por mí, como traerme un té o servirme comida. ¡Así se me pasa súper rápido!
Y también sé ahora que cuando Adrián está triste o estresado lo que funciona mejor para hacerlo sentir bien es abrazarlo ♡
Funciona en todo tipo de relaciones.
Ese es el resumen. ¡Léanlo y me cuentan!
7. 2014
8. El tiempo juntos es importante, pero a veces el tiempo separados lo es más.
Este punto refuerza algunos de los puntos anteriores, pero en serio lo mejor que uno puede hacer para que la relación funcione es estar bien uno mismo.
Es muy fácil crear apegos disfuncionales de dependencia si uno está junto todo el tiempo, por lo que a mí me funciona montones tener mis propios espacios dentro y fuera de la casa.
Adrián teletrabaja 5/5, así que siempre está en la casa, y muchos días yo teletrabajo también, pero esto no significa que estemos juntos todo el día.
Yo le he dejado claro que para mí es importante mi tiempo individual, por lo que tengo rutinas que son propias y él tiene actividades que no me incluyen.
Adrián ensaya con su grupo todos los martes, trabaja en varios proyectos con amigos y además vamos juntos al gimnasio pero en esas 2 horas estamos por separado, no entrenamos juntos.
Yo hago todos los planes que pueda con mis amigas y mi rutina de mañana la hago sola. Me gusta leer en la cama y tomar café sola. Además hago cosas que Adrián no necesariamente comparte, como escribir mis afirmaciones, las cosas por las que estoy agradecida, y meditar.
No necesito incluirlo a él en mi rutina y no necesito que se interese por las cosas que a mí me interesan. Cada quién puede tener sus propias aficiones.
Además tengo series que veo yo sola, así como tenemos otras que vemos en pareja, y lo mismo nos pasa con la música. Hay música que escuchamos juntos, y otra que escuchamos por aparte.
En este punto también es importante saber leer a la otra persona y preguntar si esa persona quiere estar sola o acompañada en determinado momento. Como le digo a Adrián: «Adrián… read the room, know your crowd» jaja.
Hay ratos en los que aunque esté en el sillón viendo netflix y leyendo mensajes, ese es MI espacio, y no siempre quiero que Adrián venga y me acompañe, por lo que funciona mejor para nosotros es preguntar.
«¿Querés que veamos algo juntos?». Y sobre todo no resentirse si la respuesta es no.
Tener tiempo de calidad con uno mismo es súper bueno para la relación.
8. 2015
9. Los roles de género no funcionan.
Adrián y yo siempre supimos que nosotros no queríamos hacer las cosas como las hicieron nuestros papás.
No me mal entiendan, mis papás tienen una súper buena relación y los papás de Adrián también fueron felices juntos.
Sin embargo la forma en la que la sociedad les dijo que había que hacer las cosas no siempre fue la correcta. Decidimos que no queríamos que las cosas que a ellos les afectaron nos afectaran a nosotros. Lo conversamos, contemplamos opciones.
No queríamos que para nosotros el dinero fuera motivo de discusión nunca. No nos interesa quién gana más o quién gana menos, y tampoco nos interesa que los gastos sean proporcionales a nuestros ingresos en la relación.
Adrián y yo usamos nuestro dinero 100% de forma compartida desde el inicio. Tenemos una lista de gastos fijos y los pagamos con el dinero de ambos, y lo que «sobra» (nunca sobra jaja) se distribuye 50% y 50%, o en realidad el dinero que queda lo usa el que lo necesite. Paga el que tenga plata, siempre, sin comentarios y sin congojas.
Nunca, en 10 años de relación, hemos discutido por dinero.
Por otro lado también decidimos que las labores de la casa se iban a distribuir equitativamente. Nunca hicimos como una división oficial, sino que dejamos que cada uno haga lo que haga falta, cuando haga falta y cuando se pueda. A veces yo lavo, a veces lava Adrián. Adrián tiende la ropa porque yo tengo problemas de espalda y me duele hacerlo, pero entonces yo trato de mantener la casa ordenada.
Cuando no puedo, a veces está patas arriba y a veces llego a la casa y Adrián me está esperando con una casa limpia.
Otra cosa que no hacemos, aunque apreciamos que la otra persona haga cosas en la casa, es agradecer por estas labores, ya que son parte de las obligaciones que nos corresponden como individuos. Nunca decimos cosas como «eso te toca a vos, porque yo lavé los platos» y tampoco «gracias por limpiar la casa», porque como les digo, es una obligación, no un favor.
Nuestra regla general es que el que tiene tiempo hace lo que hay que hacer, y cuando no tenemos tiempo, no se hace, y ya. No nos estresamos por eso.
Estando juntos Adrián aprendió a ser más ordenado y yo más desordenada, ya que nuestro punto perfecto es uno intermedio en el que yo no me estreso si Adrián dejó un par de medias a la par de la cama, pero Adrián sabe que no debe dejar que los zapatos se acumulen en la sala.
No se estresen por las cosas pequeñas, no peleen por cosas estúpidas y sobre todo no esperen que la otra persona haga algo solo porque «tiene que» hacerlo o porque la sociedad les dijo que debía ser así.
9. 2016
10. Cada relación es un universo y no hay fórmulas mágicas ni consejos de oro.
Todo lo que les he contado acá está totalmente basado en nuestra experiencia personal. No creo que existan fórmulas mágicas para las relaciones exitosas, aunque sí hay algunos lineamientos que pueden funcionar, pero lo que funciona mejor es conocerse como individuos y luego conocer su relación.
Las cosas que funcionan para mí, como lo del dinero, puede que no funcionen para alguien más.
Algo importante dentro de mi relación y en mi relación con otras personas es que yo no creo en verdades absolutas, y trato de no ser cabezona. Esto es algo en lo que he trabajado a través de los años, ya que antes era más inflexible. Adrián me ha hecho ser más paciente.
Ahora trato de no pensar que solo existe una forma de hacer las cosas, y como pueden haber visto si me siguen desde hace rato, yo evoluciono siempre.
Busco cosas que me hagan sentir más en paz a nivel interno y reflejarlo en el exterior.
Cuando nosotros nos ibamos a casar algunas personas querían darnos consejos, y aunque uno puede sonreír y dar las gracias, muchas veces los consejos que nos dan en cuanto a las relaciones no tienen ni pies ni cabeza.
Yo me di cuenta, por ejemplo, que muchas personas dan consejos que ellos mismos no siguen.
Alguien me dijo «nunca permitás que tu esposo te vea sin arreglar, o con una pijama fea» y bueno… eh… yo estoy sin arreglar el 95% de mi tiempo, y Adrián me ama de todas formas.
A veces pienso «Si Adrián no me amara con una pijama con huecos, ¿sería realmente amor?» No sé… hay cosas que para alguien más son importantes y para nosotros no.
Entonces bueno… nunca comparen su relación con la de alguien más, ni idealicen lo que tienen los otros.
No hay forma de saber si lo que uno ve en el exterior funciona igual a lo interno, y sobre todo las parejas tenemos mil secretos que elegimos guardar, así que por eso también es muy importante nunca opinar sobre la relación de alguien más.
¡Solo los que estamos adentro sabemos si algo funciona o no!
Cada relación es tan única como las personas que la componen, y lo más importante es aproximarse a la relación con ojos y oídos abiertos, dispuestos a mejorar.
10. 2017
En resumen: el amor no tiene que ser perfecto para ser feliz.
2018
Bello!!! Me encantó
Hola!, vengo a sonar toda fan jaja, en serio me encantó y me llegó mucho este post, realmente necesitaba leer algo así, muchas cosas ya las he y hemos venido pensando y trabajando pero muchas otras todavía son difíciles, claro.
Me encanta que le das mucho énfasis a lo necesario que es replantearnos como mujeres, novias, esposas qué es lo que nos enseñan sobre el amor?, yo soy psicóloga y lo que más me gusta trabajar son los temas de género, principalmente desde la atención a mujeres, el entender cómo nos socializan las relaciones de pareja y la idealización del amor es tan necesario como complicado, la mayoría, y sino es que el 100% de relaciones que sufren de violencia doméstica es por esas razones, además de las relaciones de poder, entonces veo demasiado valioso que te enfoques mucho en eso, desde tu experiencia y poniéndolo en palabras que todas podas entender e identificarnos.
Como dices, no hay una receta perfecta, lo que a alguien le sirve, a alguien no, pero en serio fue como un alivio leerte. Creo que lo único más difícil que sobrevivir a una relación con roles tradicionales, es lograr armar una relación que busca ir en contra de esos roles, al menos los negativos.
Recientemente estamos pasando por momentos confusos, muchos cambios y a veces me siento muy desesperanzada, aunque amo mucho la relación y a mi pareja, me encierro a pensar que las circunstancias no van a ganar, tu post me recordó que la historia puede ser diferente a eso.
En fin, como psicóloga me encanta que las personas sepan cuando generan algo lindo en alguien, y vos generaste muchísimo en mi en este post. Y como mujer te agradezco porque me hiciste sentir como si estuviera escuchando a una amiga que da un abrazo de ánimo!
nos van a ganar*